> ¿Cómo se trata la hernia discal o lumbar?
La primera fase del tratamiento es el tratamiento médico, fundamentalmente a base de analgésicos-antiinflamatorios. Ocasionalmente, se utilizan corticiodes, en pautas de corta duración, para potenciar el efecto antiinflamatorio. El reposo debe estar limitado a la fase mas aguda (2-4 días)
Uno de los tipos de tratamiento intervencionista que más se utiliza y ha demostrado eficacia, es el uso de infiltraciones epidurales con corticosteroides, que si bien no tienen ningún efecto sobre el tamaño de la hernia, ayudan a vencer los fenómenos inflamatorios locales que afectan a las raíces y disminuir el dolor. Este es un tratamiento que se debe intentar siempre antes de la cirugía si no hay déficit motor progresivo.
En algunas circunstancias es necesario recurrir a la cirugía para tratar una hernia discal. Antes de proponer cirugía debe haber una correlación entre las imágenes y los síntomas radiculares. Las indicaciones de cirugía serían las siguientes:
-Fracaso del tratamiento conservador, esto es, dolor que incapacite y que no responda al tratamiento médico durante 2 meses.
-Lesión de la raíz que provoca una pérdida aguda o progresiva de fuerza.
-Síndrome de cauda equina.
Aunque hay múltiples técnicas quirúrgicas (láser, nucleotomías, laminectomía clásica, microdiscectomía, etc.) son estas dos últimas las que han demostrado eficacia evidente.
En función del tipo de actividad que desarrolle el paciente, puede empezar a realizar las actividades que desarrollaba previamente, siempre que no realice grandes esfuerzos físicos.
En un porcentaje bajo de casos se produce una “reproducción” de la hernia discal (recidiva), que, en ocasiones obliga a una nueva cirugía.

Recidiva de hernia discal

Hernia discal. Imagen preoperatoria.